lunes, 18 de octubre de 2010

Vargas LLosa:"La literatura y el fuego: rebeldía irredenta"

Lo siguiente es una réplica a un comentario realizado por Ana María Parente en el post publicado por Ulysses: "El olivo Mario Vargas Llosa", sin embargo es también una celebración por el Nobel que acaba de obtener por su fidelidad y congruencia como escritor hacia la literatura y por consecuencia a la lengua española.

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"EL ESCRITOR Y EL OLIVO"
No me queda la menor duda lo que para él, significa el papel del escritor o de aquellos que le antecedieron (en la tradición literararia de la cuál proviene), y por ello, me parece, define de una manera suscinta el papel que debe cumplir un escritor con sus escritos y ensayos. Sobre todo, la actitud libertaria ante todo aquello que coarte nuestra libertad. Un escritor es:

"“ciudadano universal, un ser sin fronteras que se adapta allí donde lo lleven. Pudo ser oriundo de la antigua Mesopotamia, pero todas las culturas tienen derecho a reclamarlo como suyo. El olivo es un ejemplo de versatilidad y don de gentes que las gentes deberían imitar”.

El comentario de Ana, me parece, es demasiado ligero o escrito con ligereza, pues, al parecer no lo ha leído o lo ha leído mal. Hay un libro que define la postura de Vargas Llosa : "Contra Viento y Marea", no recuerdo en que año se escribió. Pero también, su concepto de Neo-liberalismo (sic) ¿Qué es eso? Me gustaría que Ana se remitiera a algunas de las ultimás entrevistas que le han hecho a Vargas Llosa sobre el liberalismo. Y sí, efectivamente, Vargas Llosa es un liberal en la mejor tradición: Paz, Berlin, Russell, Raymond Aron, Popper, etc. Sus críticas a toda forma de poder que anule la libertad del individuo han sido del todo conocidas: Sus críticas a toda forma de totalitarismo (el soviético y su hijastro: el castrismo) hasta las formas de degradación del individuo por el imperialismo reinante. ¿Es necesario que me remita a sus úlitmos artículos sobre 'La banalización de la cultura'?



“La literatura y el fuego: rebeldía irredenta”

Ana: Nuestras lecturas del discurso al obtener el Rómulo Gallegos Vargas Llosa son radicalmente diferentes: Lo que para mí es una toma de postura de lo que significa el papel de la literatura y el escritor y, para nuestro caso, en Latinoamérica. ¿Es necesario recordar las circunstancias políticas a fines de los 60s de nuestros países latinoamericanos y la de nuestros escritores en esas regiones? Vargas Llosa ha sido fiel a los postulados que plantea en ese discurso

”…la literatura es fuego, que ella significa inconformismo y rebelión, que la razón del ser del escritor es la protesta, la contradicción y la crítica (…) Nuestra vocación ha hecho de nosotros, los escritores, los profesionales del descontento, los perturbadores conscientes o inconscientes de la sociedad, los rebeldes con causa, los insurrectos irredentos del mundo, los insoportables abogados del diablo.”

Pero también Vargas Llosa, ha sido riguroso en sus ensayos críticos de nuestro mundo contemporáneo y político: Véase sus ensayos recopilados en “Contra Viento y Marea”, ensayos escritos en la mejor tradición crítica, no solo de los liberales clásicos: Stuart Mill, A. Smith, D. Ricardo y los Founding Fathers ; sino también de nuestros liberales –también ya clásicos- contemporáneos: Isaiah Berlin, Russell, Octavio Paz, J. Françoise Revel, Popper y otros. Vargas Llosa, ha ejercido un espíritu autocrítico para consigo mismo: Muchos escritores latinoamericanos se fascinaron con la “Revolución Cubana”, pero no todos han ejercido autocrítica respecto de sus propias ideas políticas: García Márquez, Cortázar, y otros, por mencionar algunos sobresalientes. A principios de los 70s , varios escritores denunciaron la represión que padecían los cubanos y el carácter totalitario del régimen cubano a raíz de “ el caso Padilla”: O. Paz, Vargas Llosa, Plinio Apuleyo y media docena de intelectuales valiosos.
¿Es cuestionable la participación de Mario en la candidatura a la presidencia en Perú? No lo creo. Me parece, es otra forma de ver su integridad moral. Por el contrario habría que agradecer su compromiso cívico y político, al poner su integridad y preparación intelectual al servicio de aquello en lo que se cree. ¿Es necesario exigirle tener razón? Creo, hay que agradecer aquello a quienes se arriesgan en pública defensa de la razón que se cree tener. ¿Era necesario arriesgar su tranquilidad y cómoda reputación –bien ganada- de escritor a favor de sus conciudadanos? Se puede discutir su oferta política, no su congruencia y ejemplo para llevar en la práctica lo que él consideraba correcto. Baste el ejemplo de Fernando Savater en España. Así que, como dice Savater, Mario ha sabido demostrar cuando se dice “lengua sin manos, no eres de fiar”.
Por lo que se refiere a tus imprecisas ideas sobre liberalismo: Para mí el liberalismo no es una receta económica, es ante todo y tiene como valores o postulados básicos: el valor fundamental de la libertad, la propiedad privada y la tolerancia. Tiene como principal preocupación, las amenazas a la libertad social y la del individuo. Estas amenazas cambian con el tiempo. El liberalismo es un sistema de pensamiento crítico y humanista que proviene de la mejor tradición del humanismo liberal clásico del siglo XVIII, la izquierda al desligarse de la herencia humanista y crítica, y al no distinguir entre pensamiento liberal y conservador, preparó su camino al pensamiento totalitario y así, cavó su propia tumba. Pero para no extenderme más remito a los lectores a consultar, la mesa redonda “ El pensamiento liberal en la actualidad”, mesa que tuvo por participantes a Vargas Llosa, Savater y otros; celebrada el 4 de Noviembre de 2009 en Madrid. Se puede encontrar en la Revista de publicación mensual: Letras libres de España. Me parece, que con sus intervenciones disipa, con claridad, sus ideas en torno al liberalismo y a ese “concepto” sin ningún contenido semántico y sí, con bastante connotación peyorativa, con el que se ha querido denostar y hacer causante de todo los males. Concepto lleno de prejuicios ideológicos que, como consecuencia y secuela del derrumbe de las ideologías totalitarias se han arraigado profundamente: Neoliberalismo. ¿Quién, hoy en día, se autodenomina “neoliberal”?
Salud¡¡¡¡