jueves, 13 de diciembre de 2007

"AMOR Y EROTISMO: LA LLAMA DOBLE" OCTAVIO PAZ (Carta a una amiga)

Saludos, Angie; y espero te encuentres bien al lado de tu familia. Por lo pronto, te dire, que no he recibido tus comentarios respecto de las ùltimas cartas que te he mandado. Espero pronto recibirlas. Tambièn le harè llegar copias de èstas a mi hija Vicky. Pasando a otra cosa, fíjate que Vicky cumple quince años el próximo 30 de agosto (oficialmente), pero ella nació el 6 de septiembre. Sucede que, me inquieta el no saber, si debo tratar con mi hija, un tema que a mí me parece hermoso e interesante, pero mis dudas e incertidumbres son si es el momento apropiado para tratarlo. Pienso que vaya a despertarle mas dudas e inquietudes y resulte que le complique la existencia prematuramente. El tema es el siguiente: “Amor y erotismo”: La llama doble. La metáfora se me hace hermosa. La metáfora no es mía. Es del gran escritor y poeta: Octavio Paz. ¿Has visto como es una flama o llama? En la parte inferior de la flama su color es de un amarillo, naranja y rojiza, es aquella que da calor y es más intensa. La parte superior de la flama está coronada por una llama de color azul, trémula más delicada y no tan intensa. Pues bien, la parte inferior de la flama es el erotismo y la parte superior el amor. Suspendidas sobre el fuego primordial: la sexualidad
Con mis hijas, siempre he tocado un tema que es importante: La amistad. La capacidad de dar y tener amistades, se funda en un principio muy importante: La libertad y capacidad de elegir. En esto se parece mucho al amor. Pero hay vitales diferencias. Pues bien, le he dicho a mi hija, que la amistad es un aprendizaje que se va teniendo a lo largo de nuestra infancia y juventud. Este aprendizaje nos permite conocer y reconocer las diferentes cualidades humanas de una persona. Toda persona es singular, tiene un espíritu propio. Y, al elegir a una persona, la elegimos por esas cualidades singulares que la distinguen y nos pueden hacer sentir bien. Pero sucede que, a veces, nos equivocamos, nosotros ya adultos. Con mayor razón un adolescente. En fin, creo, que el aprendizaje en la elección de nuestras amistades, nos prepara para elecciones más importantes: la persona amada. -Este tema, por sí mismo, ya es complejo-. Porque, inclusive, hay que distinguir a la persona amada de las amistades amorosas. Caray, creo que ya estoy empezando a hablar del tema. ¿Porqué digo esto? Lo que pasa que, cuando uno es adolescente tiende uno a idealizar a nuestras “amistades amorosas” ¿Novios?, nos creamos imágenes platónicas. A veces, esta idealización nos “ciega” para ver las cualidades verdaderas de nuestra amistad. ¿No es así? El otro extremo, que vivimos en estos tiempos, es la idea que se tiene del sexo. Se ha hecho del cuerpo un espectáculo, se ha degradado al cuerpo como mercancía que se exhibe y que tiene un precio, se ha hecho del cuerpo un “fetiche”, se ha hecho del cuerpo un objeto pornográfico. Y así, se le ha despojado de su carácter misterioso. Con ello despojamos de erotismo a nuestro cuerpo. El sexo se ha convertido en un deporte en el que se trata de obtener trofeos. ¿Puede haber amor sin erotismo? ¿Puede haber erotismo sin amor? ¿Puede haber amor sin la capacidad de reconocer en la pareja amada, lo singular que tiene de persona? Creo, que me estoy dejando llevar por el tecleo de mi máquina... Me gustaría tocar este tema mas ampliamente. Espero aclararme mis ideas para escribir y poder comentárselo a mi hija. Por lo pronto, lo seguiré cavilando.

Saludos
Jus

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