sábado, 1 de diciembre de 2007

Kavafis y Menandro: Acerca del tiempo... (Carta a una amiga)

Angie: A través de este espacio virtual –mi blog- me permito escribirte algunos comentarios o reflexiones que, como tu sabes, no nada mas tú, como destinatario, podrás leer; si no que también tendrán acceso aquellas personas, que ingresan a la red de Internet; misma que se ha convertido, hoy en día, en una forma inusitada de comunicación. De tal forma que, parte de lo que te escribo, tendrá otros lectores virtuales. Me pregunto yo: ¿No serás también tú, un interlocutor virtual? Para el caso que nos ocupa. ¿Importa? Creo que, mucho de lo que escribimos, está dirigido, en primer lugar, a uno mismo, es decir, nosotros somos nuestro primer interlocutor. Lo hacemos con la intención de aclararse uno mismo nuestras ideas. Después intentamos compartir estas reflexiones con los interlocutores más cercanos, es decir, nuestras amistades. Y, también, porqué no, con nuestros lectores virtuales, con los cuales, espero, exista cierta empatía. Y que, espero, me lo hagan saber a través de este blog.

Pues bien, Angie; después de todo este preámbulo, me permito mandarte un "poema con instructivo” ¡dizque poema! que escribí para mis compañeros del club de atletismo. Este poema lo escribí, como si fuera un "objeto verbal" o curiosidad literaria, como aquellos objetos que llegamos a comprar por ser novedosos. Se me ocurre un ejemplo: Cuando vamos al "súper" o por algún anuncio publicitario en televisión vemos algún producto que nos interesa y nos estimula a comprarlo: "¡¡Cómo bajar de peso sin mover un solo dedo y en la propia comodidad de su sala!!", Y ese objeto es una faja reductora. Pues ahí tienes, lo adquirimos y nos llevamos el producto completamente satisfechos de nuestra compra: ¡¡nuestra maravillosa faja reductora!! Ya en casa, leemos el instructivo de nuestra faja y empezamos a darle uso. Pasa el tiempo... y después de varias semanas, nos encontramos con el siguiente resultado: Mi panza a medio freír y ¡¡oohh, decepción!! Seguimos igual de peso y también con nuestras "lonjas" igual de adiposas y escurridizas. ¡Y, para mayor frustración!, tener que renunciar a tener una figura como la de David Beckham o Brad Pitt. Me resigno a cargar con mi cuerpo, obeso y escurridizo, por el resto de mis días; muy a la manera de ese personaje de caricatura un tanto anárquico de las "buenas maneras" e infiel de nuestro "manual de Carreño": Homero Simpson. Me pregunto: ¿habré leído bien el instructivo? o de plano el producto no servía para mis fines.
Bueno, después de todo esto. Lo que quería decir, es que la intención del poema y su instructivo correspondiente, es evitar frustraciones en su lectura y, por lo menos, no resulten frustrados sus lectores -si es que los tiene-. El "poemita" se titula: "Correr". Los temas que aborda, a pesar de su brevedad, son el tiempo (y el sentido que adquiere para nosotros como seres humanos), el grato placer del acto de correr al aire libre y con paisajes u horizontes (amaneceres o atardeceres), a veces, impresionantes; el sentido de la vida y por ultimo: Los pequeños misterios o alegrías de la vida: "el rostro y misterio de una mirada...".
Pero antes de que des lectura a este poemita, si me gustaría que leyeras, previamente, unos poemas de unos poetas griegos que a mí me han gustado por la hondura con que tocan algunos temas que son de mi interés: el tiempo, la muerte, significado de la vida, el resguardo ante las frivolidades del hombre, y la continua búsqueda del hombre -que no es, mas que la búsqueda de nosotros mismos-, etc., etc. Creo que, leyendo estos poemas, se podrá entender la influencia que han tenido en lo que yo escribí que, no deja de ser, mas que una mala imitación y de una pobre calidad literaria.
El primer poema es de un poeta griego (nacido en Alejandría allá por fines del siglo XIX y murió principios del XX): Kavafis. El otro es un poema de Menandro, también griego, nada más que contemporáneo de Aristóteles Siglo V. El poema de Îtaca, está basado en el poema épico de Homero: La Odisea, cuyo personaje principal es: Odiseo o Ulises (héroe que participó en la guerra de Troya con Aquiles), quien tiene que pasar por muchas peripecias e infortunios, para poder regresar a su isla -Îtaca- donde se encuentra su amada esposa Penélope y su hijo Telémaco. Fíjate que, hay otro poema escrito por un poeta venezolano y también se llama Îtaca; el autor: Eugenio Montejo. Es una especie de relectura del poema de Kavafis. Lo tengo grabado en Cd. Este poeta todavía vive. Bueno, espero te agraden estas lecturas que te mando. Espero te des tiempo, para leerlas con calma. Saludos amistosos
Jus

PD. Si lo deseas, puedes leer las sugerencias que te hago en este mismo blog. Espero tus comentarios.

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